miércoles, 14 de marzo de 2012

Preferir morir mañana que vivir eternamente

No hace mucho leí en un artículo que os dejo abajo, que a los 13 o 14 años dejamos de soñar y nos convertimos en autómatas, nuestros proyectos se desvanecen y con ellos nuestras ganas de movernos. Resulta llamativo ver cómo a nuestro alrededor hay cientos de personas que ven los días como otro más, que parece que les pesa la vida, personas a las que su peor castigo sería desearles la vida eterna. En muchas ocasiones, aunque nos creamos libres, resulta que finalmente, a partir de los 13 años no hacemos otra cosa que asumir la vida y no vivirla bajo nuestra condición de libertad; mientras que cualquier animal lucha por su vida, nosotros la despreciamos cada día, tal vez pensemos que tendremos otra oportunidad, pero eso no es del todo seguro... creo que debemos intentar escapar de la pereza y luchar por los sueños, porque nunca creí ni creo que ser un soñador fuese malo, hay quien piensa que en el conformismo está la felicidad, pero quienes piensan así olvidan que la felicidad se encuentra en la ilusión y la ilusión está en la persecución de proyectos: de sueños. Un perro suele mostrar más alegría cuando pide la comida que cuando la come, de modo que su felicidad está en saber que conseguirá la comida pero no en comerla.
Si no perseguimos sueños y sólo esperamos a que pase la vida, seguramente pasará tanto para el soñador como para el que no lo es, pero será tediosa, aburrida y desearemos antes morir mañana que vivir eternamente.


http://www.lavanguardia.com/lacontra/20120305/54263651925/angel-escribano-respondemos-a-lo-que-va-surgiendo-como-los-perros.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario