sábado, 14 de julio de 2012

Gracias por hacerme sentir otra vez

Gracias Pamplona por hacerme sentir. Resulta realmente complicado tener sentimientos fuertes e intensos en una sociedad cada vez más acomodada, individualizada y por tanto cada vez más alejada de los sentimientos que nos recuerdan que estamos vivos. La pertenencia a un grupo que te recuerda quién eres, de dónde vienes y a dónde vas, un sentimiento tremendamente necesario para el ser humano, es la clave para que funcionen todas las emociones que en cada generación quedan más perdidas.
Alegría, euforia, emoción, miedo, terror, incertidumbre entre otros, es la ensalada de sentimientos que San Fermín es capaz de aportar a una persona capacitada para sentir y escapar de la cómoda sociedad. Unos sentimientos que te recuerdan una vez al año que debes vivir el resto con intensidad, queriendo estar vivo. Pero como todo, esta semana de incomparables emociones termina porque así debe ser. Ahora toca aplicar estos sentimientos a un año lleno de retos mientras la vieja Pamplona vuelve a transformarse y guarda sus ropas blancas y rojas en los cajones, a la vez que ve cómo la sociedad cosmopolita de los ocho días anteriores se desvanece y deja tras de sí el recuerdo del buen humor y la alegría de las calles de Pamplona ahora ya desiertas llenando, tal vez, las playas de Salou.
Gracias Pamplona por hacer que pueda sentir lo que el resto del año resulta imposible sentir en esta sociedad alienada.
"No se que tienes Pamplona, Pamplona de mi querer, que todo el que te abandona, sueña con volverte a ver"

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